Dentro de las diferentes formas de comunicación, nos centramos en la que ocurre en competición, donde los mensajes deben ser rápidos, concisos y coherentes. La comunicación fluye, principalmente en la dirección entrenador-deportista.
Hablamos de una forma de comunicación informativa, en la que el entrenador indica al deportista lo que debe hacer, sin que se espere un feedback verbal de este tras recibir el mensaje correspondiente.
En competición, el tiempo para comunicar es reducido, por lo que esta debe utilizarse de forma precisa. El deportista necesita recibir un mensaje claro, sin ambigüedades, y el entrenador necesita tener la sensación de controlar la información que trasmite.
¿Qué situaciones nos encontramos en un partido, Y van a condicionar la comunicación entre entrenador y deportista?
- El alto nivel de estrés que genera la competición.
- El elevado número de estímulos al que se está sometido. Es fundamental conseguir que el jugador se focalice en lo que le queremos transmitir.
- El momento comunicativo; nos referimos, en este caso, a condicionante tales como, resultado-marcador, estado de ánimo del deportista, etc.
- La distancia comunicativa; en un tiempo muerto, en un cambio, o en un parón del juego, la distancia corporal es mínima, mientras que, en otras situaciones, esta es mayor.