Escrito por Diego Fernández

A la hora de afrontar la dirección técnica de un equipo, debemos tener en cuenta diferentes aspectos que condicionarán nuestro nivel/volumen de comunicación con el/la jugador/a, especialmente en lo cuantitativo. Vaya por delante que la «calidad» del mensaje puede darse tan bien o mejor en equipos con un escaso número de entrenamientos o de «momentos» juntos. Calidad y cantidad no siempre van unidos.

Algunas preguntas que podemos hacernos, y que condicionarán nuestra comunicación:

  • ¿Cuántas sesiones de entrenamiento tenemos por semana? ¿Duración? ¿Disponemos de un espacio común y/o tiempo antes o después de la sesión?
  • ¿Contamos siempre con todo el equipo (lesionados presentes en la sesión incluidos), o por el contrario es habitual encontrarnos con ausencias por estudios o cuestiones laborales?
  • ¿Podemos encontrar espacios para el trabajo individual (técnico/táctico/psicológico) del jugador/a fuera de horas de «equipo»?
  • ¿Contamos con entrenador(es/as) ayudante(s), que pueda(n) ser parte activa tanto en el trabajo en pista, a nivel comunicativo, o en la preparación de scouting propio y de rival?
  • ¿Es fácil o por el contrario difícil encontrar videos de equipos rivales? No en todas las ligas, incluso muchas de buen nivel, es sencillo actualmente.
  • Incluso, ¿es posible grabar siempre tus propios partidos? En casa puede ser fácil, ¿pero, fuera?

Estas son algunas preguntas, de las muchas, que nos podemos plantear antes de empezar a buscar el camino «correcto» para una comunicación efectiva en la dirección de un equipo.

Esta sería una propuesta comunicativa, tomando como referencia un equipo que compita una vez por semana (sábado o domingo), y que disponga de cinco sesiones semanales (lunes-viernes tarde/noche) más dos de carácter individual (matinales).

Antes de empezar, comentar que, como otras partes de las funciones del entrenador y de las dinámicas de equipos, esta propuesta podría ser cambiante, y tender a sufrir variaciones en función de tantos y tantos aspectos que influyen en un equipo durante una temporada.

Empezaremos por el «final»: el partido.

Baloncesto Narón – EBA League 2018/2019. Photo: Iago López

SÁBADO O DOMINGO (día de partido)

1 – CHARLA PREPARTIDO

45-50 minutos antes de empezar, nos podemos reunir en el vestuario, para tener una charla de entre 6-10 minutos de duración, donde tocamos diferentes temas:

  • Recordatorio de nuestros «básicos«. Cuestiones tales como «dónde paramos el balón (contraataques)», «1×1 defensivo», «rebote ambos aros», básicos en bloqueos directos, balón interior / «cómo corremos», crear ventajas y seguir jugando, equilibro dentro-fuera, buscamos al jugador libre, etc.
  • Recordatorio «scouting» colectivo e individual del rival. No en todos los casos tenemos acceso a una información completa, pero es un buen momento para «refrescar» aquello ya hablado y trabajado previamente. Puntos fuertes y débiles del rival, de sus jugadores «top» y de posibles «outsiders».

Aquí entra un apartado importante, y es que si el entrenador ayudante (en caso de haberlo), tiene peso específico en el trabajo de scouting, debería ser él el que hable durante momentos de esta fase de la charla (por ejemplo, recordando características de jugadores rivales, o sets más habituales). No toda la parte de scouting, pero sí debería «liderar» en ciertos momentos de la misma.

  • Enfocar nuestro plan de partido, que puede estar «diluido» en gran parte dentro de los puntos anteriores, o por el contrario tener un espacio más grande: «así defenderemos los bloqueos directos; cuando nos posteen, colapsamos la zona, queremos jugar más esta «familia de sets», atacaremos más contra sus «grandes» en acciones dinámicas porque aunque somos más pequeños somos más rápidos, cuando ellos jueguen sin Thomas (jugador ficticio), zonearemos, etc. Por poner algunos ejemplos hipotéticos.
  • Utilizar frases motivacionales. En función del tipo de partido al que nos enfrentamos, rival, contexto competitivo, etc. el mensaje puede (debe) cambiar.

¿Escrito o memorizado?

El plan de partido y el scouting deben estar preparados en por escrito. Podemos llevarlos en el propio iPad, o imprimirlo y llevarlos en papel. El scouting también deberá estar en video, si se dispone de imágenes del rival, obviamente.

Llevar las ideas básicas claras y transmitirlo sin lectura dará un valor añadido. No obstante, una revisión al documento, por si nos olvidamos de algún detalle importante, puede ser fundamental. A veces se nos puede pasar por alto el detalle más obvio.

¿Hay espacio para que el jugador participe o solo para escuchar?

Sí, pero con matices. Un consejo, mensajes positivos, alguna pregunta puntual…si son muchas preguntas, es que el trabajo previo no ha sido bueno por parte del entrenador. Pero todo ello, desde el control y dirección del entrenador, que debe llevar la charla hasta el punto final que desea.

2 – PRESENTACIÓN Y/O FASES CALENTAMIENTO

No necesariamente, pero pueden ser buenos momentos para tener algún «aparte» con jugadores. Lanzar un mensaje meramente técnico-táctico, o más motivacional.

Es importante equilibrar esta idea con impedir que el jugador se descentre en el calentamiento. «Sacar» de la rueda a un jugador para una explicación táctica larga puede tener un efecto contraproducente.

Sin embargo, antes de empezar, entre estiramientos y retomar rutina, en momentos de tiro estático (TL, etc.) o mientras presentan al equipo rival (cuando eres local), se pueden abrir «ventanas comunicativas».

3 – ÚLTIMO MINUTO

  • Damos el «cinco» (podría darse también en la charla), si bien, el jugador suele tener claro si está o no en el quinteto inicial, en caso de ser un entrenador que suele entrar con una misma «alineación».

Con cambios no esperados debidos a decisiones tácticas, parece procedente informar al jugador previamente. Si siempre abres con el mismo base, pero un día no lo haces (motivo táctico), podría ser positivo que el jugador lo sepa antes, para que no pierda su «foco». Evitar el «¿y por qué hoy no salgo de inicio?».

Si, en caso contrario, solemos rotar nuestro «cinco», por el motivo que sea (dependiendo del rival, de la semana de entrenos, de tener a todos con tensión, etc.), este tipo de mensaje sería innecesario.

  • Últimas indicaciones, mandar primer o primeros ataques, recordar 2-3 ideas básicas ataque-defensa + carga motivacional.
  • Dar información adicional que no teníamos en la charla previa. «Salen con 4 pequeños», «Thomas (alero grande) sale de inicio y va de 2, ojo con su posteo».

En los siguientes dos artículos, me centraré en gestión de tiempos muertoscharla corta entre cuartoscomunicación durante el juego, charla en descanso, y postpartido. Enlace al siguiente artículo

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