Escrito por Diego Fernández

Selección coruñesa benjamín fem - Xuntanza 2015

Foto oficial Selección Coruñesa Benjamín Femenina - Xuntanza Xinzo Limia 2015
(Fuente: FGB).

Hace dos semanas tuve la oportunidad de dirigir a la selección coruñesa benjamín femenina, en la Xuntanza de Selecciones zonales que se celebró en la localidad ourensana de Xinzo de Limia. Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia al respecto.

Llegamos el sábado sobre las 11 de la mañana, ya que al ser de los equipos que venía de más lejos, entrábamos en tercer turno de partidos. Nuestras jugadoras, provenientes de cinco equipos diferentes, llegaban con mucha ilusión, los lógicos nervios iniciales, y muchas de ellas sin conocerse, ya que antes de estas Xuntanzas no se celebran entrenamientos.

Lejos de considerarlo un hándicap, me parece que es una fantástica oportunidad para que, tanto ellas como los entrenadores, nos adaptemos a entornos diferentes a los que estamos acostumbrados, e ideal para fomentar una buena relación entre todos, superando las uniones conocidas, que se podían establecer de antemano.

La idea inicial fue la de «romper el hielo» con una propuesta de dinámica de grupo, en la que los miembros del equipo nos empezábamos a conocer, dando especial importancia a que las niñas interactuaran entre ellas; así, se juntaban por parejas de diferentes equipos, y se preguntaban aquellas cosas que quisieran saber de su nueva compañera.

Una vez sabíamos nombres, días de nacimiento, número de juego, y hasta animales favoritos (cada una elegía sus preguntas), llegaba el turno del reparto de equipaciones, y prepararse para empezar la jornada, en la que disputaríamos tres partidos.

Minutos antes de empezar a jugar, nos juntamos Mónica, entrenadora del CB Culleredo con la que compartí la dirección del equipo, y yo para confeccionar cuartetos de juego, los cuales posteriormente decidimos mantener durante toda la jornada.

Llegaba el momento de debutar. Nervios en las chicas, que afrontaban con muchísimas ganas el inicio del primer partido, en el que nos enfrentábamos a Ferrol. Buen partido de todas, demostrando especialmente inteligencia en el juego, algo a tener muy en cuenta en jugadoras tan jóvenes, y una destacada predisposición al juego colectivo tanto en ataque como en defensa, muy meritorio puesto que intentamos no juntar en los mismos cuartos a jugadoras que fueran compañeras durante la temporada, para fomentar la búsqueda de un entorno diferente.

Tras acabar el primer encuentro, llegaba el turno de la comida. Paseo por cerca del río para llegar al colegio en el que podíamos comer todos los equipos, bajo un sol de justicia y con un calor axfisiante (seguro que pasábamos de los 35 grados).

Con la primera parte de la tarde libre, aprovechamos para descansar un poco, y ver el segundo partido de selección coruñesa premini masculina, que le tocaba enfrentarse a Vigo.

Precisamente sería Vigo nuestro siguiente rival. Un equipo muy potente y con un gran potencial técnico y físico, que dominaba el partido gracias principalmente a su mayor rapidez en los cambios de roles (ataque-defensa y defensa-ataque), y a su capacidad de rebote. Aún asi, nuestras jugadoras dieron la cara en todo momento, dejando una buena sensación a pesar del resultado.

Tocaba nuevamente descanso antes del tercer partido. Momento para la merienda, y para que las chicas jugasen en grupo por las gradas (al parecer el calor sólo nos desgasta a algunos…), mientras los chicos acababan su participación jugando contra Lugo.

Y llegaba el turno para nuestro último partido. Arousa era nuestro rival, en el que sería el encuentro más igualado de todos. Toma y daca constante, con un juego rápido, vistoso y arriesgado, que estoy seguro agradó a los espectadores presentes.

Victoria para las arousanas con una canasta a escasos segundos del final, cerrando una participación muy positiva de la selección coruñesa, un grupo de jugadoras que destacaron para mi gusto especialmente por su inteligencia en la pista, y su capacidad y buena actitud para realizar un juego colectivo.

Una de las cosas que más me gusta de este formato es el hecho de que concede todo el protagonismo a los jugadores, fomentando su talento y su capacidad para adaptarse a situaciones que están fuera de su «zona de confort», y la exigencia que implica para los entrenadores, que deben gestionar un grupo con el que no han trabajado previamente.

En resumen, iniciativa muy positiva del área técnica de la Federación Gallega de Baloncesto, siendo una gran experiencia para todos, en el que la ilusión, el compañerismo, y la pasión por el baloncesto estuvieron siempre presentes.