Completando las anteriores entradas dirección de equipo (1) y dirección de equipo (2), ahora voy a centrarme en la dirección de partido en minibásquet, con aspectos que bajo mi opinión, son importantes para este cometido.
Conocer el reglamento
Se juega a reloj corrido o parado (durante todo el partido o hay cambios en los minutos finales).
Saber cómo tienen que ser las rotaciones, con las normas básicas (máximo y mínimo de periodos en pista).
Tiempos muertos, de cuántos dispongo, cómo puedo repartirlos, cuándo me lo pueden conceder.
Reglas básicas (nº de faltas, campo atrás, etc.).
Básicos del entrenador
Todos los jugadores son importantes. Tendremos algunos que lleven jugando dos o tres años y destaquen, mientras que otros estarán empezando y su nivel será más bajo. Respetemos a todos por igual, y equilibremos las rotaciones con el objetivo de que todos puedan disfrutar.
Seamos respetuosos y exijamos respeto, tanto con nuestro propio equipo, como con el equipo rival, árbitros, público, etc. Dar ejemplo es fundamental.
Somos la imagen de nuestro club, tenemos que cuidarla. Comunicación verbal (vocabulario, tono), no verbal (gestos, actitudes), y también vestimenta.
Seamos puntuales y esforcémonos al máximo. Tener más de un partido, madrugar, tener que estudiar más tarde…no son excusas para no estar concentrado y dar nuestro máximo.
Trasmite positividad. En el día a día, también en los partidos. No nos centremos sólo en lo negativo, valoremos lo positivo, y compartámoslo con el grupo.
No juegues «al fallo», busca formar siempre. El partido es una parte más de la formación de nuestros jugadores.
Libre asignación defensiva. Permitamos a los jugadores que decidan ellos a quién defienden, dar libertad y solo si es necesario más tarde podemos intervenir.
No asignemos roles de forma prematura (tú sacas, tú eres el «base», tú eres el «pívot», tú corres…). No sabemos cuál será la evolución (deportiva, física, psicológica) de niños de 10-11 años. Dejemos que el talento fluya, y que se generen roles de forma natural.